Hoy voy a contar una historia de un hombre que despierta mi admiración por las personas y por la capacidad de superación personal de sus “limitaciones” que algunas manifiestan al afrontar lo que, en principio, supondría una desventaja que a muchos nos parecería insalvable. Se trata de la historia de Tom Dempsey; Dempsey nació sin dedos en el pie derecho, y sin dedos en la mano derecha.
Esto, de por sí, ya supone, en principio un hándicap para el desarrollo de una vida que podríamos llamar “normal”, y supondría un esfuerzo por su parte para superar ese inconveniente. Pero a Tom le encantaba el fútbol americano, y deseaba con todas sus fuerzas convertirse en jugador Sigue leyendo